Nuestras Universidades como territorios de PAZ, crítica, construcción
y movilización social
(Ante los acontecimientos del día 06 de marzo de 2018, en la
Universidad Pedagógica Nacional)
Para algunos egresados de la UPN, ver el tropel en la universidad se constituyó en una especie de ritual, que expresa la lógica del aún existente conflicto social y político del país, evidenciando la complejidad nacional; otros consideran que la universidad es la síntesis de las expresiones de la sociedad, porque allí se congregan aspectos como, pobreza, discriminación, luchas de género, reivindicaciones ambientalistas, políticas, académicas, y por ende, en la Universidad también confluyen “los encapuchados” y el tropel.
Es difícil hoy escribir desde nuestro rol de Consejo de egresados, estamos simbólicamente en la Universidad, pero no en el día a día, no obstante sabemos del acontecer diario de nuestra Alma Mater, por eso nos alegran sus logros, nos implicamos en las movilizaciones y nos solidarizamos ante las tragedias.
Hoy de nuevo nos hacemos participes como integrantes de la comunidad universitaria, llamamos a estudiantes, maestros, trabajadores y a la sociedad en general, a reflexionar sobre los hechos ocurridos el día 6 de marzo de 2018 en las instalaciones de nuestra Universidad Pedagógica Nacional.
Es bien conocido por todos que se presentó una situación de protesta y confrontaciones con el ESMAD en la sede de la Calle 72, dejando como resultado además de los daños físicos en la universidad y sus alrededores, el lamentable saldo de jóvenes heridos y amputados.
Sabemos que existen razones y argumentos para realizar protestas, estamos ante una realidad bastante injusta y una sociedad desigual, además sería largo el listado de motivos para hacerlo; sin embargo, la lucha social no nos puede costar la vida, ni la integridad física y personal de NADIE, ni de estudiantes ni de maestros, ni de transeúntes, ni de Policías; de NADIE!!!
Colombia está tratando de vivir un nuevo momento histórico donde nunca vuelva a repetirse la lamentable mezcla entre la política y la violencia, pues, aunque el ambiente político pareciera ir en sentido contrario, debemos tener otro proyecto de lucha social: Movilizaciones, comunicados, manifestaciones, arte, investigación, foros, debates, etc., son solo algunas de las posibles vías que debemos alimentar en la protesta social.
No es la primera vez que situaciones como estas han afectado la integridad física de estudiantes, hoy como egresados recordamos el cierre por un mes de la UPN luego de una grave explosión en el edificio B, que produjo la amputación de las extremidades superiores a un estudiante por allá en el año 2000…
Algunos guardamos en la memoria escenas dantescas de estudiantes heridos y asesinados por el ESMAD en todos estos años, y sí, también nuestra retina guarda la imagen de policías heridos en medio de tropeles en diversas universidades públicas, todo esto es solo un llamado de atención para decir ¡Basta!
Consideramos que es oportuno hacer las cosas de otra forma, pues aunque la radicalidad de las luchas tienen su sustento histórico y político, sus formas deben responder al contexto, así como sus contenidos; por eso llamamos al estudiantado, a sus organizaciones sociales y políticas, a no dejarse ganar por la esterilidad de la violencia como forma de manifestación, y a los demás estamentos de la comunidad universitaria, a generar espacios de formación e intercambio de opiniones, que nos deje debates más productivos.
Expresamos a los diferentes actores de la comunidad universitaria que:
1. Nos solidarizamos con las familias de las personas afectadas físicamente y propenderemos por generar acciones de acompañamiento.
2. Llamamos a la administración de la Universidad a mantener los espacios de debate, a no dejarse presionar por entes externos para contradecir el sentido de la universidad, que es el debate de ideas; y acompañamos las acciones que se vienen desarrollando de reflexión sobre las diferentes reformas en la universidad.
3. Llamamos a los docentes de la UPN a generar escenarios de reflexión social y política, algo nos falta, algo no estamos haciendo bien como comunidad universitaria y como país, si estas situaciones persisten.
4. Llamamos a las autoridades distritales y nacionales a atender a la universidad no solo en situaciones de protesta, a través de mecanismos de represión, sino también en los aspectos generadores de la violencia, en temas como, por ejemplo, la desfinanciación y la deuda histórica del Estado con la Universidad, o la vulneración de los derechos humanos de líderes estudiantiles. Así mismo, convocamos a estas entidades a no generar campañas de odio contra las universidades públicas.
5. Llamamos a los estudiantes a pensar formas vinculantes, creativas, movilizadoras de protesta y reflexión sobre la universidad y el país.
6. Llamamos a los grupos estudiantiles y organizaciones a privilegiar las acciones de debate que no le cuesten la vida ni la integridad a nadie, a ser responsables con las acciones que se emprenden para garantizar con ello la trascendencia política de sus reivindicaciones.
7. Llamamos a los medios de comunicación a prestar atención no solo a las situaciones de violencia que se presentan en las protestas de la universidad, sino también a cubrir los logros institucionales, que son muchos más que las dificultades, tales como, investigaciones, innovación, atención, propuestas pedagógicas y otros elementos que produce todos los días la universidad.
8. Llamamos a los egresados de la UPN a mantenerse atentos sobre las diferentes situaciones de la universidad y a participar en la resolución de las problemáticas que se presentan, en nuestra condición de estamento activo de la comunidad universitaria-
Consejo de Egresados
Universidad Pedagógica Nacional
7 de marzo de 2018
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